12 de febrero de 2010

Joni Mitchell - Travelogue (2002)

Hace un tiempo, en la página www.allmusic.com, leyendo la presentación y biografía de Joni Mitchell me encuentro con esto: "When the dust settles, Joni Mitchell may stand as the most important and influential female recording artist of the late 20th century". Dos reacciones: en primer lugar se puede decir "es verdad, a pesar de las modas pasajeras de Alanis Morisette y demás inventos, quedará entre las grandes en serio". Pero reducirla a las "female recording artist(s)" es diezmar su lugar en el siglo veinte y un poco del veintiuno. No me parece que solamente se trate de la más importante artista femenina sino que quizás dispute el lugar de una de las mejores artistas de la música en general. Muchos podrán discutir y mencionar a Bob Dylan, Beatles y otros top 10 de listas renovadas mínimamente desde hace muchos años por la "crítica especializada", pero me parece que algunos de sus discos al menos demoran cualquier discusión. Ser de una minoría, y las mujeres en el rock lo son, implica que si sos talentoso vas a ser de los talentosos de determinado grupo, no del rock en general. Si una mujer hace música de esta categoría es simplemente una “female recording artist”, mientras que difícilmente se hable de algún músico varón como un “male recording artist”. Algunos discos de Joni Mitchell (Blue, Mingus, Court and Spark, etc.) están entre los mejores del género (aunque sea un poco difícil saber de qué genero se trata).

En el año 2002 Joni Mitchell decidió sacar un último álbum y retirarse del negocio de la música, algo que finalmente no hizo (sacó otro, que no escuché, en 2007). Este disco, sin embargo, podría perfectamente ser el último. Se trata de un recorrido por toda su carrera compositiva, una especie de compilado reinterpretado con una selección de canciones que, con alguna excepción, no están entre las más conocidas. No por casualidad algunos tracks de Misses, un disco de temas que según ella deberían haber sido hits y no lo fueron, están en este disco.

La forma de hacer los temas responde por un lado al cambio de voz de Mitchell –a causa de los años y el cigarrillo- y por otro al gusto por la sutileza en el sonido de su música. El registro de la voz pasó del soprano a casi un contralto, lo cual limita los excesos de agudos de los primeros discos y acentúa la influencia jazzística que se instaló en los últimos setentas. Sin embargo, a diferencia de esos discos, no hay nada cercano al jazz fusión de Jaco Pastorius o Pat Metheny, estaría más bien cerca de las armonías de un Gil Evans o de su homenajeado Mingus.

El sonido del disco es expansivo y sofisticado al mismo tiempo, grabado con una orquesta de setenta músicos -y coros, en algunos casos- arreglados de tal manera que nunca llega a ocupar todo el espectro. Entre los músicos invitados están Herbie Hancock y Wayne Shorter (dos quintos de la banda de Miles Davis en los sesentas) y otros jazzistas de las primeras filas que demuestran su impecable musicalidad limitándose a acompañar sin ninguna intención de robar la escena con sus solos.

La música está totalmente alejada del sonido de los álbumes de principios de los setentas, no solo por la forma de cantar las canciones sino también porque está ausente la guitarra de JM, lo cual da el tono a muchos de los temas de su época más “folk”. Siempre que se habla sobre la Joni Mitchell guitarrista se menciona la cantidad de afinaciones que usa para suplir una dificultad en la mano izquierda relacionada con la poliomielitis que padeció de niña. Lo que quizás sea más notable aún es la perfección de su mano derecha, marcando un ritmo exacto y nunca monótono para acompañar las canciones. Esta ausencia, por el estilo del disco, no es sentida como tal ya que se trata de otra cosa.

Este disco doble deja en claro que a Joni Mitchell no está entre ningunas de las categorías en las que la ubicaron (folk, jazz rock, rock adulto, etc.) y este disco es una muestra de lo poco que le importa.


Acá, acá y acá.

2 comentarios:

  1. Sin duda alguna, este disco de nuestra admirada Joni, es la obra maestra del final de una carrera musical que ha influenciado a tantos, como James Taylor, Crosby, Still, Nash & Young, por ejemplo, casi nada. Es un hermoso y sublime canto a los sentidos humanos. En algunos temas, como "Judgement Of The Moon and Stars" toca los sentidos más hermosos de la música. Chapeau Joni.

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  2. Sin duda alguna, este disco de nuestra admirada Joni, es la obra maestra del final de una carrera musical que ha influenciado a tantos, como James Taylor, Crosby, Still, Nash & Young, por ejemplo, casi nada. Es un hermoso y sublime canto a los sentidos humanos. En algunos temas, como "Judgement Of The Moon and Stars" toca los sentidos más hermosos de la música. Chapeau Joni.

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