3 de noviembre de 2010

Danzig "Danzig III: How the Gods kill" (1992)


Detesto profunda e irremediablemente a Glenn Danzig. Todavía me estoy riendo desde que uno de seguridad lo noqueó en su propio recital (backstage),cuando el fortachón musculoso se le fue a hacer el malo. Pum!, una sola mano y Glenn redondo al piso entre gritos de músicos y productores (búsquenlo en Youtube).
Pero los primeros discos de Danzig (la banda) son adictivos. Si los escuchas de fondo, así como al descuido, esas violas se van metiendo en tu mente, acompañadas de las cuerdas vocales que sacaron algo de influencia de las de un gran poeta: el gran Morrison.
Los gritos contenidos, llenos de testosterona del pseudofísicoculturista, relatan con dolor la desesperanza y decadencia de un mundo que se viene abajo entre los excesos, bajo la forma de drogas, religión (una de las más adictivas), muerte y dolor, que no llegan a tapar sin embargo, el hedor que emana de los cuerpos todavía calientes.
La cadencia es puro Rock, con cuotas de oscuridad extraída de las profundidades, de las entrañas de un Black Sabbath mala onda, con tintes y climas proto-góticos, que hasta suenan un tanto eróticos y sexies en la voz de Glenn (escuchen "How the Gods Kill" y me cuentan).
Es hipnótica la forma en la que Glenn canta, profunda y oscura, para atravesarnos con letanías dolorosas y mortales. Pero no está solo para contarnos sus historias: lo acompañan Eerie Von (bajo), John Christ (guitarras) y Chuck Biscuits (batería). La formación clásica señores, para su tercera entrega de metal oscuro y rockero.
Lo acompaña en la estética de este viaje oscuro el genial Giger, con una versión de su "Master and Margarita" (1976). Cabe recordar que este artista suizo colaboró con el arte y la estética de varios grupos de metal (Carcass, Celtic Frost, Tryptycon)
¿Quieren saber como matan los dioses?

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