28 de agosto de 2011

Morphine "Like Swimming" (1997)

nadando
Estaba por comentar uno de los mejores discos de Pop argentino de todos los tiempos, pero navegando por la web me entero que aparentemente esta banda se habría reformado, sin su fallecido líder por supuesto.
No se que creer la verdad, pero si encima la noticia viene acompañada con la probabilidad de que en el mes de Noviembre estén en tierras tucumanas, mi incredulidad se confirma y se dispara hacia otro mundo.
¿Será posible? Una banda de este calibre a menos de media hora de mi casa, ya sea en colectivo o taxi?
Ojalá.
Aunque será difícil pasar por alto la ausencia del maravilloso Mark Sandman, bajista, productor y vocalista de esta banda única.
En este caso voy a dejar el que a mi humilde criterio es el más flojo de todos los discos. No quiero que me malinterpreten, lo que pasa es que frente a sus otros lanzamientos, tanto este como "The Night" tienen muy poco que hacer.
El sonido es al que nos tenían acostumbrados, con ese bajo slide de dos cuerdas bien gordo y repleto de groove y melancolía, acompañados por los sonidos mágicos de Dana Colley en el saxofón, y los precisos y austeros golpes de Billy Conway.
Ahora me pregunto, ¿que irá a pasar con Twinemen, aquella banda formada de las cenizas de esta?
Me fijo y les aviso.
Escuchen y comenten, no sean vagos.

John Coltrane "Stellar Regions" (1967)

genial
Otro de los genios que brindó al mundo su arte durante esa década casi perfecta del '60.
Hay varios post de este saxofonista único, y llevo mucho tiempo pensando acerca de este disco, el último que grabó antes de morir (5 meses antes de hecho), y en donde está metido de lleno en la experimentación y los sonidos frenéticos y por momentos caóticos del Free.
El disco arranca tranqui, pero con el correr de los minutos se va poniendo cada vez más intenso, y el va dejando caer notas más desesperadas y disonantes sobre sus compañeros de ruta, que son una verdadera aplanadora. El cuarteto: Coltrane (sólo saxo tenor en esta ocasión); Rashied Ali (en batería); Alice Coltrane (piano); Jimmy Garrison (contrabajo). Son cuatro, pero parecen 80. Pura consistencia para generar tanta adrenalina, que algún metalero podría salir sorprendido de tanta intensidad y virulencia.
Esa sensación que se deja oir en casi todos los discos de Trane, la perfecta conjunción y entendimiento entre los músicos aquí queda en evidencia, con batallas campales para ver quien sigue a quien en un esfuerzo casi sobrehumano de destreza y pasión...y los únicos beneficiados en esta loca carrera somos nosotros, quienes nos acercamos cautos, tal vez desconfiados, para salir con la peluca dada vuelta ante semejante viaje por esa montaña rusa mental.
Ante cualquier duda, una llamadita al psiquiatra amigo no está de más.
Sino, a viajar muchachos...

Ornette Coleman "Science Fiction" (1971)

pffffff
Once años antes había dado al mundo ese experimento mayúsculo llamado simplemente "Free Jazz", de la mano de un doble cuarteto.
Aparentemente durante el transcurrir de esa década, no fue muy considerado por la prensa especializada, que mucha bola no le dio. Digo aparentemente porque no soy un conocedor de la extensa obra de este innovador del Jazz.
Sí conozco algunos de sus discos, y este me parece espectacular. Al igual que aquel de 1960, no es fácil de digerir si uno está acostumbrado a sonidos más calmos, o cool, o suaves o como quieran llamarles.
La música de Coleman desafía siempre a aquel que se acerca desprevenido, pero la sorpresa es directamente proporcional a las emociones desconocidas que dispara.
Los dejo en buenas manos...escuchen.

Charles Mingus "Mingus, Mingus, Mingus, Mingus, Mingus" (1963)

mingu
Este tipo no puede dejar de sorprender nunca con lo que hace en cada disco.
Me pongo a revisar algunas notas anteriores y un par de libros, aparte de la bendita web (un invento del Príncipe de las Tinieblas, según el genial Alberto Laiseca), y no puedo creer que en el mismo año haya sacado esa maravilla titulada "The Black Saint and the Sinner Lady", (ya reseñada en nuestro blog) y este intenso e inolvidable disco.
Arrancando con esas pulsaciones en su querido instrumento en "II B.S." que nos lleva rápidamente con un swing tremendo a algún bodegón de esos circuitos exclusivamente para la música negra donde se cocinaba el jazz del bueno -aunque Mingus y varios más ya giraban por Europa en aquellos años-.
La sutileza de la que era capaz este negro cabrón y malumorado (según varias notas) queda demostrada en composiciones como "I X Love", que puede ser acompañado con una buena copa de vino (o licor, o whisky, o lo que se les cante) y un buen tabaco, todo a media luz.
También está el "temita" nuevo del disco en "Celia", en donde la sección rítmica se luce en compañía de ese monstruo del saxo Eric Dolphy.
Mingus se luce en esa versión del Duke acompañado por pinceladas hermosas y melancólicas de metales y piano, para arribar a la alegría descontrolada de "Better Get it in Yo' Soul" y "Hora Decubitus", que termina a toda locura.
El final es como un hermoso recuerdo de su infancia, esa en la que fue inundado de música de iglesia, más precisamente Gospel, con "Freedom", donde da cátedra sobre raíces tribales africanas y todo.
Y eso es lo que te da Mingus: libertad, sobre todo para disfrutar de la música.
Un disco descomunal y hermoso, para escuchar a toda hora.

26 de agosto de 2011

Astor Piazzolla "57 minutos con la realidad" (1996)

astor
Siempre cambiando de rumbo, de acuerdo a las ganas que tenga de ir escuchando algunas cosillas olvidadas.
Y cuando uno llega cansado del laburo, siempre recurre a lo seguro. El Maestro es al que apelo más seguido para esto de bajar las revoluciones y respirar tranquilo.
Y este disco es simplemente espectacular. Todavía no me puedo sacar de encima la melancolía que derrama dulce o agresivamente ese extraño instrumento llamado bandoneón. Y fue Astor el primero que escuché.
Y fue su quinteto (en alguna de sus encarnaciones, no se cual, tal vez en donde estaba Pablo Ziegler) el que más intenso y monolítico sonaba. Bueno, suena, los discos siguen estando, de hecho.
En este caso no estamos frente al quinteto, sino a la última formación antes de que Don Astor muriera, un sexteto, con dos bandoneones. Y suena mucho más oscuro que el quinteto, y por momentos más violento.
Muestra: escuchen detenidamente la composición que abre la placa, "Imágenes".
También hay versiones de temas del Quinteto, como "Mumuki", o el clásico "Adios Nonino", que adquieren más profundidad todavía.
El tema nuevo que disfrutamos aquí es "Sexteto", ya que los otros son ejecuciones en vivo de composiciones anteriores.
Los músicos que deslumbran aparte de Astor, son Gandini en piano, Binelli en bandoneón, Horacio Malvicino en guitarra eléctrica (aquel del octeto), Bragato en cello, Console en contrabajo. También aparecen Ridolfi (contrabajo en "Buenos Aires Hora Cero"), González en contrabajo ("Imágenes" y "Milonga para Tres") y Nozzi en cello ("Imágenes", "Buenos Aires Hora Cero", "Milonga para Tres" y "Pasajes Obscuras Dos Estrellas").
Una grabación indispensable, sobre todo para escuchar como sonaba esta agrupación que no llegó a grabar en estudio.
Pero que importa, si sigue siendo tan genial y sorprendente como si lo hubiesen editado hoy.

19 de agosto de 2011

Anorexia Nervosa"Sodomizing the Archangel" e.p. (1999)

No es la gran cosa la verdad esta pequeñez, pero funciona perfectamente como entremés para degustar platos muchísimo más sofisticados de estos franceses, nacidos allá por el año 1995.
Este breve e.p. es como si estuviesen buscando torpemente el nicho donde esconderse y procrear, dar a luz violentamente un Black Metal que suene tan pomposo como agresivo y caótico.
Un par de años después nos volarían la cabeza con una propuesta mucho más refinada, y todavía más violenta y melódica.
Dentro de esta rama del Black, fue una de las bandas más interesantes de Europa, mientras Cradle of Filth comenzaba a naufragar en mares sobrecargados de histeria vampírica para adolescentes.
Sírvanse, y comenten.

18 de agosto de 2011

Elend "Winds Devouring Men" (2003)

vientos

Definitivamente la obra más difícil de estos franceses.

Hago memoria, y me invaden las horribles sensaciones e infernales alucinaciones encriptadas en esa primera trilogía del Officium Tenebrarum, finalizada allá por el año 1998, de la mano de "The Umbersun", tal vez una de las condensaciones más tremenda de Angustia que recuerdo haber experimentado en la música.
Un largo e incomprensible llamado al silencio de 5 años, para dar inicio a una nueva trilogía titulada Winds Cycle.
Justamente este disco es el que la inicia, y se percibe que si bien las voces y climas opresivos son los que predominan, el foco es muchísimo más moderno que en aquella sacra y violenta, luciferina revolución.
Los ritmos e influencias, como decía en otra reseña, los climas...están más ligados a la música marcial e industrial, con toques noise que meten cagazo de a poco.
De todas formas, y al igual que sus anteriores discos, es tan adictiva la desesperanza y el malestar que genera este proyecto, que con el paso del tiempo, se vuelve tan indispensable como los lanzamientos de la primera trilogía.
Disfruten, que con este post cierro la discografía completa (hasta el momento) de Elend.

16 de agosto de 2011

Elend "Weeping Nights" (1997)

noches
Pfffff.....Elend. Cada vez que escucho algún disco de estos tipos aparezco en otra época y edad. En una en la que la música importa casi tanto como la propia vida, y ni hablar de lo que aquella genera.
Todo el clasisismo a los que nos tiene acostumbrados se enriquecen con marcados toques barrocos y sacros, realzando la oscuridad propia de sus composiciones.
Esta joyita tiene la particularidad de que solo los primeros 4 temas son nuevos, mientras que los restantes son remezclas de composiciones ya aparecidas en ese disco único llamado "Les Ténèbres du Dehors" (1996), pero sin las voces podridas, tal vez el distintivo extremo entre lo clásico de la obra.
A primera oída uno podría decir que se extraña en esas canciones la agresiva y cáustica violencia de los diversos matices vocales. Pero luego de un par de escuchas, surgen pinceladas acaso más negras y sutiles, tornándose perturbadoramente bellas esas canciones que antes servían para auyentar visitas molestas, o sumirse en las profundidades de nuestras miserias, disfrutando el viaje. Incluso las voces femeninas alcanzan un grado de belleza angelical tan suprema... que te puede llegar a faltar la respiración.
Los 4 primeros temas son los que llevan el peso barroco a cuestas, con un tono dramático que no es ajeno a la banda, pero con una extraña calma. Dos de esas composiciones están inspiradas (ya sea la letra o una libre interpretación) en composiciones de un músico inglés barroco de gran renombre, Henry Purcell.
El amor, la devoción por lo clásico se ve plasmada en la portada del disco, cuyo original se creyó durante años que pertenecía al pintor holandés Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-1669), uno de los mayores pintores del barroco justamente. Años después se descubrió que en realidad era un seguidor del mismo, que habría imitando el estilo temprano del reconocido artista.
Disfruten de esta verdadera obra maestra, antes de que el Regaeton nos vuelva sordos e idiotas.

8 de agosto de 2011

Agalloch "Marrow of the spirit" (2010)

friiiooo
La verdad que como novedad llega un poco tarde el post, ya que este hermoso disco salió a la luz a fines del mes de Noviembre de 2010. Y todavía no me canso de escucharlo, como si hubiese salido hace 2 horas.
Todo lo expuesto en sus discos anteriores está mejorado exponencialmente en este: el Black es más cáustico, el Neofolk es más hipnótico y cálido que nunca, y esas pinceladas progresivas, menos evidentes, son paradójicamente más certeras.
Los mismos responsables de siempre en este frío pero bello viaje: John Haughm (Voces, Guitarras); Don Anderson (Guitarras, Piano); Jason William Walton (Bajo) y el nuevito Aesop Dekker (batería).
Son pocas las veces que un disco puede ser tan helado como reconfortante para el alma, y ésta es una de esas.
Disfruten y comenten que no cuesta nada. Y es el único precio que tendrían que pagar.
P.D.: esta obra maestra salió elegida entre los 10 mejores discos del año pasado en el importante portal Metal Storm (puesto nº2).

3 de agosto de 2011

The Beatles "Let it Be" (1970)

dejalo
¿Que se puede decir de los Fabulosos Cuatro que no se haya escrito mil veces?
El final de la banda ya había ocurrido, pero tenían un último abrazo antes de dejarnos, el último beso y nos vamos...el último trago y nos vamos.
Y nos dejaron pavada de disco. Nos vamos a encontrar con Folk, Pop, Rock, Blues y psicodelia en formato de canciones, todas ellas definitivamente clásicas e inmortales: "Dig a Pony", por ejemplo...claro, si me pongo a elegir resultaría estúpido dejar fuera a joyas del calibre de "Across the Universe" o "Let it Be", que aún hoy me emocionan como si recién las escuchara por primera vez.
Con un tratamiento en las grabaciones diferente a sus otros discos (según los entendidos por supuesto) y una mezcla que años después sería cambiada, este disco ya estaba grabado antes incluso que "Abbey Road", y para cuando salió a luz, The Beatles-sus integrantes- ya no se podían ni ver.
Pero cerraron una carrera única, que cambió para siempre la forma en la que se entendía la música popular.
Una verdadera obra de arte, por más que muchos se enojen.