26 de diciembre de 2014

Blut Aus Nord "Memoria Vetusta III: Saturnian Poetry" (2014)

ban
El 2014 se va, y no puedo dejar de reseñar los discos que me parecen superlativos, esos que de acá a 20 años vamos a seguir escuchando, como "In the Nightside Eclipse" de Emperor o "Storm of the Light's Bane" de Dissection.
Y no es accidental que cite estas dos obras maestras ya que están relacionadas con el último lanzamiento de los franceses, comenzando por el arte de tapa, a cargo del mismísimo Necrolord, logrando una de las portadas del año (me atrevo a decir que es una obra de arte en sí misma).
Por otro lado, y ya cerrada la trilogía 777 (en donde se priorizaban los sonidos industriales y opresivos, más experimentales), vienen a regalarnos esta tercera parte de "Memoria Vetusta...", volviendo a las raíces si...pero para resignificarlas y aggionarlas, logrando un disco único y extremo al mismo tiempo.
Sabemos que Vindsval entiende lo extremo como algo más allá de los límites que cada género se autoimpone, y ya dio sobradas muestras que esos límites se los pasa por el culo, por lo que si bien esto es un disco de Black Metal, no es uno más.
Un preludio misterioso y bien espacial, deudor acaso de las lecturas blackers del Pink Floyd de "Echoes" (¿por qué no?), para atacar rápidamente con "Paien", que en apariencia es un tema más, pero a medida que te metés en el universo que propone, vas encontrando sonidos que solo pueden salir de la cabeza de estos pioneros, con capas y capas de guitarras melódicas y filosas al mismo tiempo, que de repente y sin previo aviso bajan las revoluciones para dejarte descansar y empezar a bucearen las profundidades.
Ahí nomás, te patean la cabeza con "Tellus Mater", que tiene un poco más de violencia y da cuenta de una perfomence del baterista nuevo Thorns descomunal, con un manejo de los tiempos y una profundidad en el sonido que mete miedo. Lo de las violas sigue siendo descomunal, construyendo una pared de sonido que no tiene empacho en pasar de la violencia y la adrenalina, a los sonidos extremadamente bellos, épicos y sinfónicos, acompañando entonaciones limpias que no tienen nada que envidiar a Garm o a Vortex (para poner de ejemplos a dos tipos con las mejores cuerdas vocales del mundo extremo tal vez).
Van pasando los temas, y te das cuenta de dos cosas: cada uno es perfectamente reconocible respecto de los otros, y lo que en apariencia son simples sonidos, van apareciendo como texturas cada vez más complejas entretejidas con una maestría pocas veces vista/oída en los últimos años.
Temas extensos que se toman su/tu tiempo para desplegar la mayor cantidad y calidad de colores posibles, sin que alguno de ellos roce siquiera la oscuridad abominable y horrorosa de sus lanzamientos más experimentales. No señores, acá hay una luminosidad tenebrosa que va reptando hacia dentro de tu mente para instalarse allí y servir de mapa orientativo para este mundo creado por Blut Aus Nord.
Con "Forhist" aparece un midtempo que genera tensión ante la tormenta por venir, pero que es refrescante al mismo tiempo que aplastante (esos ritmos que mete el batero...por satán!!), con unas violas por momentos disonantes y cáusticas pero perfectas.
Es injusto decir que la perfección aparece solo en este tema, porque a continuación está "Henosis", bien extrema y old school, pero extremadamente melódica y con tantos cambios de ritmo como una montaña rusa (francesa en realidad jeje). Ya a esta altura del disco, uno no puede dejar de pensar que estamos ante el mejor lanzamiento del Black Metal del año, pero todavía falta un par de cosillas por ahí...
Faltan dos composiciones impresionantes, "Metaphor of the Moon", tal vez con las mejores melodías de todo el disco y uno de los temas más profundos y "gordos" del mismo, de la mano de unos teclados absolutamente hipnóticos que te arrastran hasta el infinito, allí en donde todo saber preconcebido pierde especificidad, y solo nos guiamos por la intuición, muchas veces más aleccionadora que el conocimiento adquirido a lo largo del tiempo.
Con "Clarissima Mundi Lumina" se termina el disco, y justamente por fuera de todo saber y guiado solo por la pureza de la iluminadora intuición que me generan las melodías finales, y la violencia contenida en estos casi 49 minutos de música, afirmo rotundamente que de acá a 20 años,seguiremos escuchando y sorprendiéndonos, descubriendo nuevos universos musicales con este disco...no, disculpen, no es un disco, es una OBRA DE ARTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario