21 de diciembre de 2014

Godflesh "A World lit only by fire" (2014)

La puta que lo parió, volvió el enfermo hijo de puta de Justin (no, Bieber no, pedazos de pelotudos bolas de aca), y acaso con su proyecto más denso y opresivo.
El regreso oficial había sido en un recital en el año 2010 si mal no recuerdo, pero eso no cuenta, sobre todo para los que esperamos las nuevas elucubraciones del Justin que hace música desde hace ya casi 4 décadas.
Habían editado previo a esta L.P. un e.p. en el mes de junio de este año que me había dejado con sabor a poco...hasta que apareció con esto.
Imposible describirlo sin hacer referencia a esas características a las que estábamos acostumbrados de esta banda que señalé en las primeras líneas: denso, opresivo, jodido, y por sobre todo, absolutamente pesimista.
A lo largo de la red se dejaron leer comentarios de pseudodecepción por la actualidad musical de Godflesh, rezando a vaya uno a saber quien para que J.K. vuelva a esos sonidos de "Streetcleaner", por ejemplo.
Me parece que eso significa que no tienen la más puta idea de quien es y como entiende el arte el bueno de Broadrick, que va para donde se le canta el reverendo culo y hace lo que le viene en gana.
Y parece mentira que un disco tan críptico y oscuro sea tan hipnótico al mismo tiempo. Con las sucesivas escuchas, van apareciendo capas y capas de sonidos que al principio no estaban ahí, o porlo menos no de forma evidente.
Lo evidente es esa pesadez esquizofrénica de la percusión, bien antihumana y maquinal (como corresponde al estilo y a la banda) y ese bajo enfermo y gordo que no te da respiro a cargo de G.C.Green, eterno ladero y parte fundamental de Godflesh.
No puedo en estos momentos destacar alguna canción por sobre otra, todavía estoy shockeado, y no puedo dejar de escuchar semejante demostración de poder, violencia y destrucción.
Uno de los grandes discos que nos deja este 2014 que se está despidiendo.

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